Reflexión: Del periodismo transmedia al periodismo ciudadano. Introducción a la desinformación (Parte I)

Desde hace ya años, los ciudadanos asumimos que nuestra relación con el periodismo se desarrolla, en gran parte, en un entorno digital. Tanto la televisión como la radio se han adaptado a la emisión digital y los periódicos ya no solo existen en papel, sino que cuentan con su versión digitalizada. Las noticias están a nuestro alcance en la web, a un click, sin necesidad de apartar la vista de una misma pantalla.

La existencia de distintos lenguajes mediáticos es parte de la narrativa periodística. Como mencionábamos, la televisión, la radio, la prensa escrita... todos ellos son ejemplos de publicaciones periodísticas en distintos medios. Hoy en día, a esta variedad de medios, se une la convergencia de los mismos, es decir, que todos coinciden en una misma realidad digital.

De esta combinación de medios, lenguajes, narrativas, soportes, plataformas... surge lo que hoy en día muchos llaman periodismo transmedia. La misma noticia se transmite en distintos medios y cada uno hace uso de lenguajes diversos; en cada medio esta noticia se expande y desarrolla y, lo que es más importante, permite al usuario (a la audiencia) interactuar con la información y formar parte de ella, completarla, desmentirla, difundirla, enviarla... al final, el relato periodístico se construye de la convergencia de todas estas realidades.

En este sentido, las RRSS han tenido un papel muy importante como espacio de producción y difusión de noticias. Son el espacio elegido por muchos ciudadanos para mantenerse informados y para expresarse libremente, debatir con otros... En este contexto, donde los usuarios de RRSS tenemos un papel horizontal y participativo (o eso parece), crece lo que algunos han denominado "periodismo ciudadano". Un concepto que viene de lejos y que se relaciona con los movimientos sociales comunicacionales, como el 15M, pero que adquiere especial relevancia en el contexto de los medios del tercer sector y, por supuesto, de las RRSS. En este contexto, las noticias generadas por los profesionales del periodismo conviven con aquellas creadas por los usuarios de las redes . Por otro lado, la producción y circulación de noticias y datos en redes sociales se caracteriza por cierta facilidad a la hora de modificar, recontextualizar o manipular determinados contenidos, prácticas que pueden llegar a alterar el significado original de la información.

La difusión de información a través de medios no profesionalizados y expuestos al alcance de todos se relaciona habitualmente con la creación y propagación de bulos y noticias falsas, o de informaciones poco contrastadas. Esta es la cara menos amable de la participación ciudadana en cuestiones periodísticas a informativas. La desinformación es uno de los problemas de la sociedad digital... lo abordamos en la siguiente entrada ;)